Lo primero que no cunda el pánico. No, no y no, nuestra Britney Spears no se nos ha casado por tercera, o al menos no todavía, pero sí, este fin de semana se nos ha plantado ante el altar, no como novia, sino como dama de honor. Y es que hay que reconocer que eso de que la Princesa del Pop esté a tu lado mientras das el "sí quiero" como que le da caché a la boda, las cosas como son.
Miami ha sido el paraje elegido por Brett Miller, la amiga y asistente de Britney Spears para casarse este finde, donde todos se trasladaron para celebrar la boda y la preboda, porque sí, hubo fiestorra antes del gran evento.
El caso es que a BritBrit le plantaron un vestido azul que peor no le podía sentar porque era feo a rabiar, además con su melena al aire y sin peinar, como si se acabase de levantar de la siesta, iba hecha un cristo. Vamos que no sé quién elegiría los modelos, pero desde luego no consiguieron hacer sombra a la novia… Por la Virgen de los Faroles, pero vamos aún así ella esta guapa.
Lo que está claro es que nuestra diva una vez más demostró que a pesar de todo, de los amigos no se olvida y siempre pueden contar con ella.
